Desde el 28 de marzo de 2022 al 21 de abril de 2022, dentro del programa Erasmus +KA103, he visitado, junto a una compañera, en calidad de profesoras de formación profesional, el país alemán para conocer su sistema educativo y establecer contactos para futuras colaboraciones.
El centro educativo elegido para dicha estancia fue la escuela de comercio Albert Schäffle Schule, situada en Nürtingen (Baden Württemberg). En ella, tuvimos la oportunidad de averiguar cómo funciona la formación profesional de la familia de Comercio y Marketing en Alemania.
Vídeo de un recorrido por el centro educativo:
Uno de los aspectos que más nos llamó la atención fueron las lecciones de realidad empresarial mediante un programa online denominado PEN Worldwide. En ellas, los alumnos de una clase creaban una empresa de práctica virtual que podía interactuar, tanto a nivel nacional como internacional, con otras empresas participantes en el programa siguiendo los procedimientos comerciales estándar.
En las interacciones entre esas empresas no hay una transferencia real de bienes y dinero, pero las transacciones comerciales y los intercambios financieros tienen lugar de verdad: se realizan pedidos, se emiten facturas, se transfieren pagos, se mantienen registros financieros (incluida información sobre acreedores, deudores, accionistas), etc.
De esta manera, el alumnado entiende la dinámica de trabajar como parte de un equipo, experimenta las consecuencias de sus decisiones y desarrolla competencias clave para superar los desafíos futuros aplicando la metodología de “aprender haciendo”.
Además, estas empresas de prácticas virtuales creadas por los alumnos podían estar patrocinadas por empresas reales. En ese caso, los alumnos asistían una vez al año a una feria en la que podían exponer los artículos reales de la empresa que estuviera detrás del patrocinio.
El alumnado de este centro no sólo experimentaba con empresas ficticias, sino que, ayudados por un profesor del centro, también habían formado una empresa real denominada “Juffiasco”.
Esta empresa estaba abierta al público un cuarto de hora al día (durante el primer recreo). En ella, los alumnos vendían material escolar y productos de comercio justo. Por ejemplo, vendían libros de texto y suministraban café para las máquinas expendedoras del centro. Con todo el dinero recaudado se sufragaban algunos gastos del centro y se organizaban comidas.
Otro de los aspectos que destacamos es que en Alemania, a diferencia de España, son los propios alumnos y alumnas los que se ponen en contacto con la empresa en la que quieren hacer trabajar. Si éstas los aceptan, las propias empresas los remiten al centro de estudios en el que deben prepararse para poder empezar a trabajar ahí. De esta forma, se inicia una educación dual entre el centro educativo y la empresa, la cual se se involucra mucho y le pide información constantemente al centro educativo para ver cómo avanzan sus aprendices.
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